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7,90 €En el momento en que un hombre ladra, sus razones son la rabia, que es la ira de los buenos, y el miedo. Ira por la dirección hacia donde van estos actuales hombres sin historia que somos y por la senda por donde atajamos, vacÃa de pilares y sentimientos, sin una luz propia. Su miedo como todos los miedos se origina, en él es la razón que desvarÃa ante la posibilidad de perder de los suyos la caricia, y de los demás, de los que conforman el resto del mundo, el roce que nos hace humanistas, perdurables. AquÃ, el poeta, el narrador, el equivocado y acertado, el impaciente lleno de espera, el rastreador de pieles en invierno, el hombre que derramó el vino, el amigo, el deudor, el semi-humano y semi-verso, emite su ladrido...