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17,10 €La Inquisición existió. Si hubo victimarios es porque hubo vÃctimas. La Inquisición no fue inventada porque ya existÃa. Pero fue cÃclicamente inventada o redescubierta por los propios inquisidores, por vÃctimas de diversa especie, por viajeros curiosos y literatos imaginativos, por librepensadores de todos los tiempos que vieron en la Inquisición el contrapunto perfecto a su defensa de la tolerancia ideológica. En este libro la Inquisición se sitúa en la sala de los espejos. Nos adentramos en el mundo de las representaciones y recreaciones de una institución que, si en su realidad histórica utilizó a los poderes establecidos en beneficio propio, fue a su vez utilizada profusamente durante su vida institucional, y sobre todos, una vez muerto el tribunal, a partir de 1834. Utilizada por sus vÃctimas, utilizada por los propios inquisidores, utilizada por anónimos ciudadanos, delatores de vecinos y extranjeros. Y después... por muchos más hasta convertir a la Inquisición en un mito, en sÃmbolo paradigmático de la intolerancia, sea cual sea su color.